Contrapunto

Contrapunto

— ¿No volverás tarde?

Había una gran ansiedad en la voz de Marjorie Carling; había algo semejante a una súplica.

—No; no volveré tarde —dijo Walter, con la culpable y desdichada certeza de que lo haría; igual que llevaba haciéndolo cada miércoles invariablemente a lo largo de los últimos cuatro meses. Quizá Marjorie imaginaba algo, pero creía conocerla lo suficiente como para estar seguro de que nunca se lo haría saber ni se enfrentaría a él abiertamente a la cara. Seguir leyendo

El provocador de sueños

El provocador de sueñosMiradas, tan sólo miradas, ese fue el único vínculo que mantuvimos a lo largo de meses. Nunca supe su nombre, nunca supe nada de su realidad, la que seguro tendría, ni él de la mía, estas condiciones formaban parte de las reglas que ambos aceptamos. Le conocí en el mercado de pescado, junto al puerto, allí fue la primera vez que nuestros ojos se encontraron. Él acudía allí cada tarde a adquirir las mejores piezas frescas recién arrebatadas al mar y, antes de tomar prácticamente tierra los pescadores que las habían capturado, ya empezaba sus negociaciones, adelantándose así a los comerciantes que las llevarían a la lonja para regatear un buen precio con los compradores. Seguir leyendo